Por la mañana llegamos al aeropuerto de Alvedro a las 8:00 y estuvimos esperando el avión que salió a las 9:20. Antes de partir facturamos las maletas y estábamos todos bastante nerviosos.
Hicimos escala en Barcelona (el Prat) y cogimos otro avión a Venecia (Marco Polo) sin ningún retraso. Llegamos a Venecia donde para nuestra sorpresa no nos perdieron ninguna maleta, poco después de recogerlas nos reencontramos con los italianos y sus padres.
Algunos comieron en casa de sus familias y otros en un restaurante.
Por la tarde, después de comer, algunos se quedaron en casa descansando después del largo y cansado viaje, otros fueron a conocer la ciudad y a comer helado. Uno de los sitios a donde fuimos fue al Prato della Valle, según nos dijeron es la segunda plaza más grande de Europa, a tomar el sol y a conocer amigos de nuestros italianos. Luego la mitad, antes de cenar, se encaminaron a un café grande a las afueras de la ciudad llamado Caffè Dièmme.
A la hora de cenar algunos fueron a ver el partido del A.C. Milán y del Inter de Milán a casa de una italiana llamada Silvia que estaba con una española llamada Lucía y allí cenamos unas pizzas muy ricas, y otros fueron a cenar a casa de un italiano llamado Lorenzo que estaba con un español llamado Diego y otros volvieron a casa de sus respectivos italianos a cenar.
Cuando acabamos de cenar algunos pasearon por la Padua nocturna y conocieron lugares emblemáticos. Otros probaron la pizza italiana y a tomaron unos refrescos.
Al final de la noche todos se fueron a casa a descansar, después de un largo día.
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