En casa de Granata, antes de que llegaran los demás, algunos jugamos al rugby, más tarde al baloncesto, y también al béisbol. Mientras tanto, los que durmieron en la casa de Violante, dieron un paseo por la finca, y conocieron sus caballos.
Cuando nos reunimos todos en Colli Euganei (donde se sitúa la casa de Granata, llamada “Montesereo”), descansamos un poco, y luego, comimos juntos profesores y alumnos. Cada uno aportó una comida: pasta, ensalada, embutidos, bebidas...
Con el estómago lleno, algunos decidieron jugar al balón; otros a la consola, y otros, simplemente, descansar.
Cuando ya anochecía, nos fuimos yendo cada uno a su casa, a tener una buena cena en familia, y a dormir tras un fin de semana agotador.
GRAN Día.
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